Las tallas románicas tienen en ocasiones función
de relicario.
Es el caso de esta imagen de Cristo crucificado, en cuyo dorso se descubrió
en el año 1952 una pequeña urna con varias reliquias y también
fragmentos de pergamino. Uno de ellos con la fecha de consagración
de esta pieza, señalando el año de 1147, lo que permite fecharla
con exactitud.
El arte románico catalán presenta dos modelos
de crucificado: el llamado Cristo sufriente, donde Jesús crucificado,
medio desnudo, con expresión dolorosa, con los ojos cerrados y cercano
al texto evangélico es opuesto al tipo de Maiestas
Domini, Cristo en Majestad: el Cristo vivo, de ojos abiertos, triunfante
ante el dolor y la muerte.