Pallantia, (Palencia) era territorio de los vacceos, pueblo que se relaciona y comercia con sus próximos vecinos: Turmogos, Astures, Cántabros, Arévacos y Vetones, en paz y armonía.
A mediados del siglo II a C, los romanos hacen acto de presencia
en la meseta norte, y la paz y armonía se diluye en actos bélicos
en los que los vacceos oponen férrea resistencia a los embates del
ejercito romano.
Guerras que no acaban definitivamente hasta el año 29 a. C. y comienza
la romanización total de la península ibérica.
Pasados los años, suevos vándalos y alanos, pueblan la meseta
norte de la península.
En el siglo V aparecen los visigodos
En el año 456, Teodorico II, rey de los visigodos, arrasa Pallantia
(Palencia) y la deja en ruinas.
En el ultimo cuarto del siglo VII, Wamba, rey de los
visigodos, traer desde Narbona la reliquia de Antolín, mártir
visigodo y patrón de la capital palentina
Y así, muy entretenidos, podemos continuar hasta el siglo XXI, el actual,
donde ya sabemos que los originarios palentinos, los vacceos, ya conocían,
consumían y elaboraban vino tinto.
Costumbre que aún se mantiene en esta tierra mesetaria.
¡Loado sea Dios!