Existe una gran variedad de modelos y tamaños de cámaras.
Las primeras cámaras, las estenopeicas, no tenían objetivo.
La exposición se controlaba cerrando o abriendo el orificio de entrada
de la luz. La primera cámara de uso mayoritario fue la cámara
de cajón, que era una caja de madera o de plástico con un objetivo
simple y un disparador de guillotina en un extremo y en el otro un soporte
para la película. Este tipo de cámara tiene un sencillo visor
por el que se ve la totalidad de la zona que va a ser fotografiada. Hay modelos
con una o dos aberturas de diafragma y un mecanismo simple de enfoque.
La cámara técnica para uso de profesionales es la más
parecida a las primitivas que todavía hoy se utilizan. No obstante,
a pesar de las grandes cualidades de esta cámara, la mayor parte de
los profesionales y los aficionados utilizan otros modelos más versátiles
entre los que destacan la cámara réflex de un solo objetivo
(SLR), la réflex de dos objetivos (TLR) y la de visor directo. La mayoría
de las cámaras SLR y de las de visor directo funcionan con la película
de 35 mm, mientras que la mayoría de las TLR y algunas SLR y de visor
directo usan la película de formato medio, es decir, de 120 o 220