Un órgano de grandes dimensiones, con decoración
propia del barroco, luce espléndido en el coro, en el lado del Evangelio
de la catedral palentina. Su construcción, obra notable, fue llevada
a cabo durante las últimas décadas del siglo XVII.
En el año 1925 el órgano primitivo fue sustituido por el actual;
conservándose los tubos de fachada y la espectacular caja decorativa,
obra barroca original, donde se coloca el nuevo órgano.
En la parte inferior se puede ver a dos autómatas, que en su origen
movían la boca y los brazos al son de la música.
El órgano sigue siendo una pieza central del patrimonio musical y cultural
de la catedral. Se conserva y sigue impresionando a los visitantes con sus
detalles ornamentales.